Cuanto más complicado sea tu plan de ventas, más difícil será discernir qué funciona y qué no. La regla 3-3-3 te obliga a simplificar tu estrategia. En lugar de un enredo de tácticas, tendrás un plan estratégico claro y conciso. Así, será más fácil hacer un seguimiento del progreso, comprender la respuesta del público y realizar ajustes rápidos si algo no funciona.
Con demasiada frecuencia, las empresas se lanzan a campañas de ventas sin un plan claro, cruzando los dedos y esperando lo mejor. Pero gastar dinero a lo loco en anuncios, publicar contenido al azar o enviar correos electrónicos sin una estrategia coherente conlleva un desperdicio de recursos y oportunidades perdidas.
La regla de marketing 3-3-3. Es un enfoque sencillo pero eficaz para estructurar tus campañas, garantizar que cada contenido tenga un propósito y mantener a tu equipo enfocado en lo que realmente importa. Lo mejor de todo es que no requiere una reestructuración completa de tus operaciones de marketing actuales. En cambio, las optimiza, obligándote a priorizar, simplificar y medir tus acciones para que cada dólar invertido rinda más.
Para las pequeñas y medianas empresas que no pueden permitirse malgastar presupuesto, este enfoque es especialmente eficaz. Les ayuda a superar sus expectativas, centrarse en lo que realmente marca la diferencia y destacar en un mercado saturado. Pruebe la regla 3-3-3. Le sorprenderá la rapidez con la que transforma sus resultados y lo mucho más fácil que resulta conectar con los potenciales clientes.
¿En qué consiste la regla del 3-3-3? Esta regla divide tu estrategia de marketing y ventas en tres periodos, tres mensajes clave y tres plataformas. Considérala una forma de evitar dispersar tus esfuerzos. En lugar de intentar abarcar todo, la regla 3-3-3 te ayuda a centrarte en los componentes esenciales que impulsan el éxito de tu campaña.
Tres Periodos: Divide el cronograma de tu campaña en tres fases distintas: generalmente, la fase de lanzamiento, la promoción activa y el seguimiento posterior a la campaña. Este enfoque te permite saber cuándo generar reconocimiento de marca, cuándo impulsar las conversiones y cuándo nutrir a los clientes potenciales que ya han mostrado interés.
Tres mensajes clave: En lugar de abarcar decenas de puntos clave, concéntrate en tres mensajes principales. Estas son las ideas centrales que quieres que tu público recuerde. Deben destacar y estar directamente relacionadas con el valor único de tu marca. Una vez que definas estos tres mensajes, todo lo demás (publicaciones de blog, actualizaciones en redes sociales, secuencias de correo electrónico) será mucho más sencillo de crear.
Tres plataformas: No necesitas estar en todas partes en internet. Elige los tres canales más relevantes: donde tu público objetivo pasa su tiempo, donde tu marca ya tiene cierta presencia o donde puedes generar el mayor impacto. Podrían ser Facebook, LinkedIn y tu boletín informativo por correo electrónico. O quizás Instagram, YouTube y tu podcast. Al limitarte a tres plataformas, evitas dispersar tus esfuerzos y empiezas a ofrecer mensajes consistentes y de alta calidad donde realmente importa.
Fuente: https://mddcadservices-com.translate.goog/mastering-the-3-3-3-marketing-rule-the-simple-strategy-that-will-transform-your-campaigns/?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=rq


