jueves 25 abril 2024

Empatía, la habilidad para alcanzar el liderazgo

Ser un líder requiere cosas de usted, a veces cosas difíciles, y una de ellas es ser empático y compasivo con las personas a su cargo. Este tipo de proactividad puede requerir que haga su tarea con su gente para comprender sus fortalezas y desafíos.

Desde lea infancia nos han enseñado que la empatía significa ponerse en los zapatos de otra persona y ver el mundo desde su perspectiva, pero las formas verdaderamente poderosas de empatía no comienzan ni terminan ahí. La empatía llega todos los ámbitos de nuestra vida y trabajo. Nos ayudan a sentirnos vistos y seguros, conectados con los demás y empoderados para manejar los conflictos de manera amable e inclusiva. 

Para liderar un equipo de alto rendimiento, no hay sustitutos en crear un entorno seguro. Incluso, expertos aseguran que conectar la empatía no solo con el cuidado de las personas, sino también con el pensamiento de diseño, la innovación, la atención al cliente y, en última instancia, el resultado final.

Si desea que su equipo sea abierto con usted, debe cultivar la empatía para que realmente pueda verlos y satisfacer sus necesidades como líder. Si tiene un rol de gerente por cualquier otra razón que no sea ayudar a las personas, tal vez sea hora de repensar sus prioridades. 

Un líder empático es un líder que entiende que no todos nuestros cerebros están conectados de la misma manera. Tomarse el tiempo para ver a las personas como individuos con conexiones, necesidades y motivaciones únicas crea la seguridad y la inclusión que son vitales para un equipo de alto funcionamiento.

Los buenos líderes no solo resuelven los problemas a medida que surgen, sino que buscan activamente formas de allanar el camino para su gente. Y allanar el camino y eliminar obstáculos requiere empatía. Requiere la capacidad de comprender el cableado, las necesidades y el ritmo de las personas, y responder en consecuencia.

Este tipo de proactividad puede requerir que haga su tarea con su gente para comprender sus fortalezas y desafíos. También puede requerir que de vez en cuando presiones a los líderes por encima de ti y les digas lo que no funcionará con tu equipo. A pesar de lo difícil que pueden ser esas cosas, es el tipo de inversión en su gente que siempre le devolverá los frutos.

Un líder verdaderamente empático es Proactivo. Los buenos líderes no solo resuelven los problemas a medida que surgen, sino que buscan activamente formas de allanar el camino para su gente. 

Y allanar el camino y eliminar obstáculos requiere empatía. Requiere la capacidad de comprender el cableado, las necesidades y el ritmo de las personas, y responder en consecuencia.

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/418378

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