Son muchos los países en América Latina que actualmente se encuentran implementando sistemas electrónicos de identidad digital, conocidos como eID Electronic Identification, para intentar hacer que sus servicios sean más eficientes, rentables y la vida de sus ciudadanos más fácil. La investigación del movimiento global GoodID buscó develar los retos y posibilidades para el uso de sistemas de identificación digital en diferentes países de Latinoamérica, haciendo hincapié en lo que ocurre en las Chile, Perú, México y Brasil.
Más allá de los problemas vinculados al soporte tecnológico necesario para el desarrollo y operación del eID, quizás el principal desafío sea la adopción de un conjunto de principios y prácticas para su diseño, operación y gobernanza. Un buen ejemplo de estos principios son los que relevó la iniciativa global por una buena identidad digital GoodID en un estudio liderado por el Instituto de Tecnología y Sociedad (ITS) de Brasil.
tips… El movimiento GoodID es una coalición multisectorial de defensores de la privacidad y la seguridad. Se trata de personas, empresas y gobiernos que creen en la dignidad digital, la protección de datos, las tecnologías centradas en el ser humano y los programas de identificación de calidad. A través del diálogo global, la investigación y la promoción entre gobiernos, tecnólogos, la sociedad civil y todos los sectores empresariales, el movimiento #GoodID está ayudando a informar las políticas, el diseño de tecnología y la práctica en todas las regiones. Más información de GoodID en https://www.good-id.org/en/
Asimismo, el estudio GoodID propone reglas y buenas prácticas que estos sistemas de eID deben contemplar, especialmente cuando se aplican a ciertas áreas, tales como: privacidad y protección en los datos de identificación de las personas cuando estos se usan en servicios digitales del Estado o en el sistema de salud; costos razonables de los mecanismos cuando son usados como herramienta de inclusión financiera; y baja barreras de entrada para su uso, promoviendo la inclusión y los derechos, en particular de poblaciones vulnerables.
Por ejemplo, el caso del gobierno inglés; preocupado de su política eID, fue más lejos y definió un conjunto de principios específicos para sus sistemas de Identidad Digital. Privacidad, el sistema debe garantizar la confidencialidad y privacidad de los datos de identificación de las personas que utilizan dicho mecanismo. Transparencia; cuando se acceden a los datos de identificación de las personas deben contar con la información de su uso, las razones y finalidad del mismo. No discriminación; todos los ciudadanos deben poder acceder a la Identidad Digital, sin barreras de ningún tipo (edad, género, etnia u otra).
Por otra parte, la Interoperabilidad; el soporte tecnológico debe estar basado en estándares tecnológicos no propietarios que permitan la interoperabilidad entre plataformas. Proporcionalidad; las necesidades del usuario y otras consideraciones, como la privacidad y seguridad, se equilibrarán para que la Identidad Digital se pueda utilizar con la debida confianza. Buen Gobierno; los estándares de ID estarán vinculados a las políticas y leyes gubernamentales. Cualquier regulación futura será clara, coherente y se alineará con el enfoque estratégico más amplio del gobierno para la regulación digital.
Sólo se extraña un principio y que a modo de ver del autor, resulta tan relevante como los ya señalados; la experiencia usuaria del sistema en sus distintas etapas (enrolamiento, obtención, uso, revocación, etc.), así como del nivel de usabilidad de la plataforma. Pero, ¿qué pasa en nuestro país? Chile cuenta con un sistema de eID conocido como Clave Única, que tampoco ha estado exento de dificultades, asociadas a su seguridad, disponibilidad y operación.
“Llama la atención que los principios y buenas prácticas señalados por GoodID o el gobierno inglés no sean referenciados de forma explícita en los términos de uso y las políticas de este mecanismo. De la lectura de sus términos de uso se aprecia más un enfoque de carácter operacional del uso del mecanismo y no de las responsabilidades que el Estado asume a la hora de gestionar identidades digitales de los ciudadanos. A pesar de los avances logrados por Clave Única, en materia de eID, llama la atención que estos principios, no sean parte de su diseño y operación”, asegura Alejandro Barros, Académico Asociado del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile. Director Invitado de Chiletec.
Fuente: https://www.mercadeodigital.cl/principios-de-la-identificacion-digital-global/