La serie sobre los médicos del hospital más antiguo de Nueva York que está causando furor por estos días en Netflix es New Amsterdam. Basada en las memorias de un ex-director, Eric Manheimer, del libro ‘12 pacientes: vida y muerte en el Hospital Bellevue‘, enseña lecciones de liderazgo, mejora continua, trabajo colaborativo e inteligencia emocional aplicadas al desempeño individual que son válidas en la vida real y en cualquier profesión.
En la era del streaming, las series se convirtieron en el formato favorito para disfrutar contenidos de entretenimiento, aprendizaje y también inspiración. Más allá del ranking de los géneros más vistos, ya desde los lejanos tiempos de reinado de la televisión abierta se sabe que las historias relacionadas con la medicina, los hospitales y los vínculos (amorosos, de camaradería y de poder) entre los estresados trabajadores de la salud despiertan fanatismo en las audiencias.
Estrenada en 2018 (por NBC) New Amsterdam recrea el día a día en el legendario Hospital Bellevue, en Manhattan, popularmente conocido como el hospital-escuela de la Universidad de Nueva York. Fundado en 1736, es el más antiguo de los Estados Unidos. Hoy es un centro público con más de 7.000 empleados, incluyendo a los médicos. Cabe destacar que este hospital fue uno de los epicentros de atención a las víctimas de los atentados a las Torres Gemelas.
Sin ‘spoilear’ la trama a quienes no han visto la serie, rescataremos algunas lecciones de liderazgo, mejora continua, trabajo colaborativo e inteligencia emocional aplicadas al desempeño individual que son válidas en la vida real y en cualquier profesión.
ENFOCARSE SIEMPRE EN CÓMO AYUDAR. El protagonista lo tiene siempre presente. Es el lema de su estilo de liderazgo: ante cualquier situación, planteo o problema que se presenta, se pregunta -y consulta- cómo ayudar. Esta es la gran característica de los líderes colaborativos, empáticos, humildes, cercanos y compasivos. Estas preguntas transformadoras impulsan soluciones. En vez de quedarse estancado en el por qué y la búsqueda persecutoria de ‘culpables’, se trata de generar, impulsar y abrir caminos de ideas y acción.
LIDERAR BASÁNDOSE EN VALORES. New Amsterdam es, en código televisivo, una crítica al sistema de salud de los Estados Unidos. Al ser un hospital público, la gestión del nuevo director propone un cambio radical de propósito: “Aquí todos tienen lugar, incluso los indocumentados. La prioridad es atender a las personas y salvar vidas“. La forma en que transmite sus valores al equipo, fundamentalmente en la práctica, es otra distinción de los buenos líderes.
CREER QUE ES POSIBLE. El mantener un rumbo claro, por dificultoso que resulte, no se puede hacer solo. Es necesario rodearse de un equipo profesional y comprometido. Contagiar el sueño del desafío que se tiene por delante conecta la misión con el propósito, y así es más sencillo reorientar los esfuerzos cuando parece que se ha perdido el rumbo.
TOMAR DECISIONES RADICALES. Un punto central es saber cuándo y cómo cortar de raíz lo que genera vicios en las organizaciones. En la serie, Max Goodwin lo hace de una forma poco ortodoxa -muy televisiva también- para desprenderse, de un solo golpe, de equipos corruptos y darle la oportunidad a colaboradores de siempre (además de los nuevos) con capacidad y deseo de contribuir. El líder necesita tener la firmeza justa en los momentos apropiados. Suelen ser momentos de gran soledad e incertidumbre, donde aparece el temple de quien lidera.
REACCIÓN EN CADENA. Las circunstancias críticas implican un trabajo colaborativo como única alternativa para generar el resultado que se busca. En una organización, el buen líder sabe inspirar, provocar y conducir ese efecto contagio. La medicina es una ciencia que se basa en la deducción resultado del cruce de variables y análisis de datos. Justamente, lo que también hacen los CEO cada día para generar ese efecto concatenado: del alineamiento y la claridad de la conducción, y la ejecución sumando esfuerzos combinados, dependerá el resultado.
“Todo lo que vale la pena implica un esfuerzo”, es una de las máximas del experto en liderazgo John Maxwell. Y lo mismo pasa en New Amsterdam, que muestra la abnegación al extremo de muchos de los profesionales, tanto en roles principales como secundarios. Asumirlo desde un principio es clave para un liderazgo eficaz: no se logran grandes metas sin una dosis de esfuerzo adicional, muchas veces sostenido en el tiempo, de todo el equipo. Eso hace imprescindible desarrollar el autoliderazgo en los mandos medios.
Diariamente no es posible librar todas las batallas al mismo tiempo. Las empresas y líderes que intentan hacerlo -por ejemplo, no definiendo quién es su público primario- generan un derroche de esfuerzo, tiempo y dinero. En la serie, el director del hospital prioriza a los pacientes, haciendo oídos sordos a las presiones de la junta directiva y de los millonarios que hacen suculentas donaciones anuales. El rol del líder es determinar quiénes son prioridad, en cada momento, con dosis iguales de sentido común y determinación.
ESTRUCTURA SÓLIDA. La vocación de los médicos que deciden dedicarse a la práctica en un hospital público, en vez de desempeñarse en el lucrativo sistema privado, se presenta en la serie como uno de los ejes que mantiene cohesionado al equipo. La clave para el liderazgo está en saber rodearse de quienes tengan espíritu de servicio: los comprometidos hacen la diferencia.
DESAFIAR LOS MANDATOS. Como queda explícito, el personaje central desafía permanentemente a las instituciones, encuentra rendijas legales e incluso toma decisiones que son arriesgadas porque van en contra de los intereses preestablecidos. Si se quiere ser un líder transformacional, es necesario romper con esos esquemas, mandatos y valores que mantienen a las organizaciones detenidas en el tiempo, con empleados que tienen tatuada en la frente la frase (o excusa) de “acá esto siempre se hizo así”.
LIDERAR DESDE LA VULNERABILIDAD. Al director del hospital le pasan cosas a nivel humano en el ejercicio de su rol. Y más allá de su temperamento y fortaleza para tomar decisiones, no teme abrirse, compartirlas y dejarse guiar por quienes le dan consejos desde la inteligencia emocional. Una confusión frecuente es asociar vulnerabilidad con debilidad. En el nuevo liderazgo, no sólo es aceptable sino indispensable decir: “No sé”, “No tengo todas las respuestas”, “¿y tú, cómo lo harías?” Así se hace más liviana la soledad del número uno y se empodera a quienes necesita para ser exitosa.
Fuente: https://www.cronista.com/clase/trendy/new-amsterdam-en-netflix-antes-del-estreno-de-la-temporada-3-conoce-las-10-lecciones-de-liderazgo-de-la-serie-mas-vista/?fbclid=IwAR3Ne_v5_MnzVhsVDTMhwTBquI0EalIbqfXSYZUksjr4qdK_3vPqnFUPa18